Imagina que te vas de viaje en un avión a un país muy lejos, donde cuando aquí es de día, allá es de noche. Cuando llegas allá, te confundes, tu cuerpo se siente extraño porque quiere dormir cuando en ese país es de día y estar despierto cuando es de noche. Eso es lo que llamamos «jet lag».

Ahora, imagina que en lugar de viajar a otro país, haces algo parecido con tu horario de sueño en tu propia casa. Durante la semana, te levantas y te acuestas temprano para ir a la escuela. Pero cuando llega el fin de semana, te quedas despierto hasta muy tarde y duermes hasta el mediodía. Cuando llega el lunes, te sientes cansado y confundido, como si hubieras viajado a un país lejano. A eso se le llama «jet lag social».

Así como cuando viajas en avión, tu cuerpo se siente extraño y cansado con el «jet lag social». Esto puede hacer que te cueste más aprender en la escuela o jugar a tu deporte favorito. Por eso es importante tratar de mantener los mismos horarios de sueño todos los días, incluso durante el fin de semana. Así tu cuerpo siempre sabrá cuándo es el momento de dormir y cuándo es el momento de despertar, sin importar si es lunes o sábado.